El título sería psicología del operador. Está orgulloso el operador de sus operaciones? Cómo sería la relación del operador con quién se beneficia de la operación? Se respetan, siguen reuniéndose en sus casas como los veteranos de las viejas batallas?
Está claro que las preguntas de lo que sería el primer párrafo no necesitan ser contestadas, son, como suele decirse, preguntas retóricas y además si no lo fueran tampoco podrían ser contestadas porque sería imposible, como dirían nuestras abuelas, encontrarle la punta al carretel. Digámoslo de una vez: vivimos en una sociedad operada. El que es operado hoy llegó a su lugar por medio de una operación y espera volver al llano para volver a operar.
La realidad, como la verdad, no existe, el sujeto ya se sabe, tampoco. En la sociedad del espectáculo nos queda ser espectadores.