sábado, 27 de julio de 2019

Será literario

1


Si el arte es documento de la sociedad en que vivimos, cómo podría a la vez ser ruptura.
El arte es el otro lenguaje. Es lo que nunca va a ser reflejo de la publicidad y la información


2

Sin rumbo fijo
A la espera de la aventura
Los molinos de viento
Moby Dick
O el sargento Cruz
Que no puede consentir que se mate así a un valiente

jueves, 25 de julio de 2019

Los viejos posmos

Los posmos siguen negando los universales en nombre de lo múltiple. Lo pueden hacer en la medida que no sitúen su pensamiento. Tienen que negar la historia. 
El reino del posmo sucede como consecuencia de la caída del muro de Berlín. Se cae una totalidad pero no cae la otra. Lo uno pasa a ser el mercado. En eso estamos. Lo multiple está en el shopping en el que compran pocos.
La grieta sitúa dos polos. Un binarismo dice los obstinados posmos. Blanco o negro; buenos y malos. De acuerdo hay más de dos colores, pero por algo se empieza. 
La lucha electoral está en establecer que no hay solo negro, puede haber un blanco que lo niegue.

sábado, 13 de julio de 2019

La política del lenguaje

Tenemos demasiadas cosas y no suficientes formas escribió Flaubert y luego citó Derrida y ahora lo traemos nosotros, como para desmentir esa imposición a la que llaman actualidad.
En una anámnesis loca ese texto vino a mí para hacerme pensar en el uso de la palabra fascismo relacionada con la brutalidad con la que se impone el neoliberalismo.
No quiero bajarle el precio ni suavizar todo lo que está pasando pero creo que no adviene como repetición sino como algo nuevo y en tanto novedad tenemos que buscarle nuevas palabras.
El neoliberalismo violenta al lenguaje. Construye dispositivos linguísticos que luego son enunciados por cualquiera. Por ejemplo Martha Pelloni puede decir lo mismo que Carrió; Brandoni puede decir con la misma pasión un texto de Bayer como un catecismo neoliberal.
Está dislocada la relación del lenguaje con la historia.
La batalla es cultural. Esto recién empieza.

jueves, 11 de julio de 2019

Tiempo perdido

Todo pasa y todo queda, pero queda como resto. Hace poco cumplí 59 años. Nací en junio del 60. En el 76 tenía 16 años y como ahora me interesaba la cultura y la política. Fueron años de voz baja y de frustración. De censura y de una feroz represión, tan eficaz que no se la veía o si se la veía estaba normalizada. Tan eficaz que sus efectos duraron incluso hasta muy avanzada la etapa democrática. 
Esa duración que para mi ingenuidad era inesperada me generó una gran frustración.
Los artistas prohibidos cantaban manso y tranquilo.
Ya no hay ni un pelo largo todos parecen soldados decía otra canción.
La represión continuaba ahora como moda.
Las nuevas generaciones de escritores mataban simbolicamente a los padres que habían prohibido los milicos y ofrecían a cambio algunos libros aceptables pero que no le llegaban, no le llegan, ni a los talones a los de las generaciones anteriores.
El compromiso era grasa. Que los escritores comprometidos se casen dijo un viejo escritor que los había adulado en su momento y que ahora esperaba ocupar el trono tan deseado.
Basicamente se objetaba al boom.
Fueron exitosos. Hasta eran considerados de izquierda.
El kirchnerismo y el tiempo les movió el mapa y quedaron a la derecha de la pantalla.
Ya no son tan jóvenes ni tan lindos
No se si se trata de una síntesis o de una superación, creo más bien que es una tragicomedia.
En fin.