Tenemos demasiadas cosas y no suficientes formas escribió Flaubert y luego citó Derrida y ahora lo traemos nosotros, como para desmentir esa imposición a la que llaman actualidad.
En una anámnesis loca ese texto vino a mí para hacerme pensar en el uso de la palabra fascismo relacionada con la brutalidad con la que se impone el neoliberalismo.
No quiero bajarle el precio ni suavizar todo lo que está pasando pero creo que no adviene como repetición sino como algo nuevo y en tanto novedad tenemos que buscarle nuevas palabras.
El neoliberalismo violenta al lenguaje. Construye dispositivos linguísticos que luego son enunciados por cualquiera. Por ejemplo Martha Pelloni puede decir lo mismo que Carrió; Brandoni puede decir con la misma pasión un texto de Bayer como un catecismo neoliberal.
Está dislocada la relación del lenguaje con la historia.
La batalla es cultural. Esto recién empieza.
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