El fin de un contrato social

   Ya está, se terminó la democracia. Un contrato social cuya aplicación fue muchas veces formal pero que sirvió en los últimos años, entre otras cosas, para juzgar a los genocidas y para avanzar en la ampliación de derechos de las mayorías y de las minorías tradicionalmente perseguidas.
   Bastó con una resolución de un ministerio. Ni siquiera fue un decreto refrendado por los demás ministros como el decreto de 1975 de aniquilación de los grupos guerrilleros que le abrió las puertas al terrorismo de estado.
   La decisión faculta a las fuerzas de seguridad a actuar sin permiso de un juez y eventualmente desobedecer una orden si considera que no es legal. Tal como en la película de Charles Bronson, "El vengador anónimo", las fuerzas represivas, a partir de hoy, son juez, jurado y verdugo
  En este sentido el presidente Macri sostuvo, en una reunión de gabinete, que los prefectos no deberían haber intentado llamar para pedir permiso antes de abrir fuego con balas de plomo: deberían haberlo hecho sin consultar. “Hasta ahora las fuerzas de seguridad eran tan sospechadas como los delincuentes. Necesitamos correr esa raya cultural”, aseguró el Presidente, quien reclamó: “Hay que volver a la época en la que dar la voz de alto significaba que había que entregarse.” 
   No se trata entonces solo de medidas instrumentales para preparar la futura represión eventualmente necesaria para respaldar el plan de ajuste, se trata de una reforma cultura, de un cambio en las relaciones sociales

Un por qué

Por qué no fusilamos el polvo
el cansancio
la lluvia fría
la muerte
la sucia muerte
la puta muerte

La nausea

La noche es un puñal
un mendigo con las manos sucias
un silencioso frío
Las balas siguen derramando sangre
el polvo sigue derrotando a los combatientes
la vida es un débil hilo

La tarea de matar

Cómo harán para matar a los árboles 
Que resisten hace siglos
Solitarios
Y que esperan
La breve visita del verano
Cómo harán para matar el breve pasto
A los augurios del sol
Y sobretodo
Cómo harán
Para matar al viento furioso
Que lleva como arma
La memoria de tantos 
Muertos
Evangelizados por la espada
Fusilados por el dinero

Hay que enojarse

¿Cuál es la respuesta ante tamaña agresión? No sé cuál puede ser, a veces las injusticias son piedras que los pueblos llevan en sus espaldas como si fuera algo común caminar encorvado. Pero no es común, eso lo podemos decir. Ni es justo. Deberíamos enojarnos, deberíamos rebelarnos, pero debe ser una respuesta organizada. Qué nadie se inmole. La respuesta es politizarnos aún mas con la convicción de que la historia es larga. Recuerdo un cartel que John Lennon publicó. Decía: la guerra termino. Y con letras más pequeñas: si nosotros queremos. Este es entonces mi cartel: la dictadura neoliberal terminó y en el mismo tamaño de grito. si nosotros queremos.

La triste historia de Leucocito y su cruel padre que lo mandó a la guerra

   Leuco produjo un leucocito. Ahora los leucocitos altos pueden significar una infección. Pero no hay que preocuparse, Leucocito no es alto aunque lo parezca. Se siente mal fuera del aparato de televisión, se altera su conducta. Se quiso pelear pero no sabía muy bien contra quién.. La buscó a Cristina pero no la encontró, a cambio de eso zamarreo un poquito a su novia que solo quería salvarlo del papelón