jueves, 21 de diciembre de 2017

Escenificación de la violencia

Cuando al argumento de la corrupción le llega su fecha de vencimiento le toca el turno al argumento de la violencia, en realidad, se lo puede ver como etapas de la política punitiva. Y para que haya violencia hay que construirla no importa lo que pase. Hay que darle formato mediático. Y ahí aparece el boludo del mortero que parece que no lo creó Durán Barba, se hizo boludo solo

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Días de diciembre

UNO

He visto antes esa mirada
fuego ardiente de trincheras
He amado mujeres en medio de tormentas nunca concluidas
He visto tiranos tan ridículos
Que prometían gobernar veinte años
Cayeron derrotados por la furia del pueblo
Qué te hace pensar que tu destino es distinto



DOS

Se trata de saber si vamos a ser instrumento o si vamos a ser sujeto

TRES


El gobierno no tiene nada para dar. Lo supieron quienes querían enterarse. Sorprendentemente pudieron zafar dos años y ganar una elección con un inexplicable discurso de odio de clase. Hoy el rey está desnudo.
El destino de los trabajadores no le importa a nadie pero parece que no hay red simbólica, por ahora, que permita desentenderse del destino de los jubilados

CUATRO

Excelente para regalar en navidad: habrían inventado la copa que no se derrama

CINCO

El problema son los universales. Fue el estado capitalista. Fue el fondo. Fue la estrategia de cambiemos. Fue la gendarmería. Todas esas afirmaciones contienen una parte de verdad. Pero donde queda la subjetividad de los hombres y mujeres contenidos en esa red virtual que llamamos universales. Como se llamaban los gendármenes que disparaban a mansalva. A qué lugares van. Qué los emociona. A qué jugaban cuando eran chicos. Qué ilusiones tenían

SEIS

Esta furia represiva, que todavía parece aislada del despliegue digamos esperable, de la relación de fuerzas políticas y económicas de nuestra democracia periférica, es sin embargo una consecuencia lógica de una ideología punitiva que nació como cacerola, los gritos de cárcel, cárcel del señor que aparecía cada tanto en 678, siguió con la demonización planificada de la pesada herencia, los asesinatos de Santiago Maldonado, Nahuel, la noche de los cuchillos largos que derivó en la detención arbitraria de funcionarios de la administración anterior y el pedido de desafuero de la expresidenta, y finalmente, aunque solo por ahora, la militarización de la ciudad de Buenos Aires

SIETE

Habrá en el reino de la técnica algo de inautenticidad, de negación de lo esfímero. Si de algo nos podemos jactar es de ser mortales, de vivir cada experiencia como única, de saber que vamos a morir


OCHO

Perversidad del gobierno. Quieren promover una compensación haciendo una diferencia entre los jubilados que aportaron y los que no. Racionalidad punitiva. No te pudiste jubilar porque te quedaste sin trabajo y no pudiste aportar. Ahora, tal vez enfermo, vivir se transforma en punición, en una perversa humillación neoliberal

NUEVE

Punición social: cuerpos congelados, espaldas baleadas, gases antidisturbios, disminución de salarios y jubilaciones

DIEZ

Esta historia ya la vi. La seccional de tirapiedras y los periodistas patrullero

ONCE

No son manifestantes, son violentos, dice la periodista patrullero

DOCE

Titular patrullero de Crónica: "la batalla continúa".

TRECE

Loop de imágenes en el patrullero Crónica. Un boludo tirando algo con un palo pasado 100 veces se parece a 100 boludos tirando algo con un palo

CATORCE

Nuevo ritmo del bailando: el loop del mortero

QUINCE

Una de las cosas que dejó en evidencia las movilizaciones de resistencia contra el ajuste y su posterior represión es la tarea complementaria de policías y medios de comunicación. No se si lo ensayaron previamente pero hubo un armado de tiempo y espacio, de tonos de voz y enfoque de las cámaras, que hubiera sido imposible sin la presencia de uno y de otro

DIECISEIS

Lo de las cacerolas no lo tenían previsto por eso mo tuvieron tiempo de infiltrarlo

DIECISIETE

Quédense tranquilos el presidente le ordenó a Bonadío que investigue

DIECIOCHO

Que toquen a los viejos es un límite, pero sospecho que hay algo mucho más profundo en esta resistencia en la calle, en este reconocimiento entre compañeros.




martes, 5 de diciembre de 2017

Resistir el cierre de los institutos de formación docente

   Uno sabe cuando empieza a estudiar pero nunca cuando termina. En realidad nunca se termina. El universo para el que estudia y para el que enseña (siempre que no haya mecanizado su saber) es un texto, como en el caso de los clásicos, que nunca se termina de leer, porque leer es crear lo que se está leyendo.
   Tal vez sea excesivo, pero estudiar es un poco crear el mundo que se estudia sabiendo que esa creación nunca se termina aunque siempre queda la ilusión de que los que sigan continuarán la tarea: estudiar y crear entonces es siempre una tarea colectiva.
   No es raro entonces descubrir que para la cosmogonía neoliberal, donde se busca serializar el mundo, esto, es decir, concebir el conocimiento como una tarea colectiva, es inconcebible y por lo tanto improductivo.
   En su etapa anterior el proyecto dominante tenía a la educación como mito principal. Las intrépidas maestras norteamericanas, Juana Manso, el severo Sarmiento vigilando desde el bronce y los guardapolvos blancos como metáfora de igualdad y de pureza.
   A partir de la dictadura militar, por poner una fecha, o si se quiere, a partir de la disputa laica y libre, la educación Argentina terminó tal y cual se la conocía. Las instituciones privadas, sobretodo de administración religiosa, sustituyeron el sistema surgido de la ley 1420. Es decir enseñanza libre, laica y gratuita.
   Hoy vi una foto que puede ilustrar lo que digo. En la foto se ve a tres adolecentes, un abanderado y dos escoltas como es costumbre. Esa foto fue publicada por una amiga legitimamente orgullosa por los logros de su hijo a cual conozco y es un muy buen pibe. Lo que me hizo ruido es la bandera no es la argentina sino la del estado Vaticano. La profundidad del cambio todavía no se puede mensurar.
   Otra historia, en 2013 empecé a cursar el profesorado de filosofía en el Joaquín V. Gonzalez. Otra época para el país y para el mundo, ya han pasado cinco años de esto: la experiencia fue maravillosa, ninguno de nosotros fue el mismo luego de cursar en esa institución.
   Hoy a mí me toca seguir mi travesía por otros caminos, otras compañías y otros textos para leer. La tarea de los profes que muchas veces critiqué, porque esa crítica también era parte de la tarea educativa, sera el viento que moverán las velas que me llevarán hacia los mares del sur. Pero me llevo conmigo una grave preocupación. Hoy ese espacio amado está en peligro, amenazado por un poder brutal, ciego e impiadoso. No tienen límites. Nosotros se los tenemos que poner.