Corrida cambiaria. ¿Quién corre y hacia donde? ¿Quién corre a quien? Su repetición no hace más que enseñarnos acerca del poder, de lo indescifrable del poder y a la vez que el poder está ahí.
¿Quién es el autor o autores de una corrida cambiaria? Que no haya ni una cara ni un nombre lo hace más temible. Como el Cuco de la niñez: si te portás mal viene a disciplinarte o nunca viene de veras y eso lo hace más temible. Puede repetirse indefinidamente la amenaza.
La corrida cambiaria es entonces una narración, un género de lo narrado, mañana será nuevamente la inseguridad; pasado la corrupción de los que se robaron todo, luego llegará el mundial como un gran silencio lleno de estruendo
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