Las ráfagas de tiempo

El tiempo es una pérdida. No me refiero a la expresión pérdida de tiempo hija del utilitarismo de la modernidad.
Todas las hojas son del viento dijo el flaco, pues el las lleva hacia la muerte. Menos la luz del sol. Hay una esperanza en esa poesía pero sospecho que se trata del alivio de la aceptación. El torpe consuelo de lo natural. No hay consuelo para la fragilidad de las hojas arrastradas fuera de las ramas y del musical roce con las otras hojas.
El tiempo es una biblioteca que va perdiendo los libros. Más que perdérlos le son sustraídos y los huecos van quedando cada vez más visibles

Postmacri

El problema que hubo en estos días y que por suerte se solucionó fue que Macri fue presidente. En estos días se está tratando de solucionar otro: el de Dujovne. Al pobre le recordaron que era ministro de hacienda y le agarró un ataque de pánico.
Aclaremos un poco. En estos tres años gobernó Cristina. No se decía así, se decía que había una "pesada herencia", entonces cuando los funcionarios cambiemitas aparecían en los shows televisivos se presentaban como oposición.
El domingo se enfrentaron con una disyuntiva reconocer que Macri había sido presidente o convencerlo al mago sin dientes que tome su lugar.
Lograron preparar de apuro a un actor que dijo que habían hecho una mala elección. Sin cifras claro.
El lunes se complicó porque el verdadero Mauricio Macri se obstinó en aparecer como presidente y Elisa Carrió como jefa de campaña. Desastre total.
El martes Macri ( ¿habrá sido él?) pidió disculpas. El miércoles asumió Alberto.
Hoy ya se pueden leer declaraciones de cambiemitas nuevamente en oposición. 
En la semana se lo escuchó a un Macri, sería inútil preguntarse si es el verdadero, haciendo promesas de campaña para un futuro gobierno en el que tampoco gobernará