Leo algo que escribí (me gusta, me alegra que me guste y a la vez me angustia porque si mi segunda novela va por el lado de lo que estoy leyendo tal vez nunca la termine por el trabajo que supone) escribo observaciones sobre lo que escribí (traducción: en el texto terminado hay distintas capas de tiempo, es decir varios autores que quedarán resumidos en un solo nombre impreso eventualmente, en la tapa de un libro) y lo mejor de todo escucho Revolver de los Beatles (escuchar a los Beatles te arroja a la pretensión de ser artista). Luego en un movimiento de dispersión (Macedonio: lector salteado) ojeo el último número de la revista Papel Máquina dedicada a Horacio Gonzalez y me encuentro, en la página 51, con la nota del mismo Horacio: "Maquiavelo y el problema de la lectura". Leo:"...todo lector crea un tiempo propio o produce cierta abolición de la historicidad...el tiempo es un tributo que se resigna a sacrificarse a las secuencias de una lectura o a las formas en que ésta esgrime su extraña eternidad laica."
Creo que hay cierta complicidad de las lineas que antes escribí con el exquisito texto de Gonzalez y me hace pensar que tenemos la misma caja de herramientas de nuestros maestros pero que ellos la usan mejor.
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