miércoles, 28 de octubre de 2020

Es el lenguaje

 Alguien dijo: "el lenguaje es ideología" y tenía razón. El lenguaje, el cómo de lo dicho, no transmite la ideología del emisor es en sí misma su ideología. Si alguien quiere un ejemplo, basta con que haga un rápido pasaje por las noticias destacadas de los diarios hegemónicos.

La Nación: su periodista estrella se refiere a Nestor, en el día en que se lo recuerda, como un señor feudal; un político que se hace llamar Pichetto dice del gobernador de Buenos Aires que tiene tendencias prosoviéticas. Vamos a Clarín: Yanina Latorre "destrozó" a Laura Novoa; y en su diario deportivo Olé presentan como nota divertida la conmemoración de hinchas de Boca de la patada de Pasucci a Ruggeri, por "traidor".
Son solo algunos ejemplos recordados al azar. Reflejan diversidad de temas pero un mismo lenguaje y una misma ideología, la del odio, la del mal gusto y la de la impunidad

lunes, 19 de octubre de 2020

El enigma Massita

 ¿Lograrán con Massita lo que no pudieron con Alberto? Separar a Alberto de Cristina fue el primer propósito. Separar a Alberto de las políticas de Cristina deberíamos decir. Separarlo de su figura, tal es el peso simbólico de la lider del pueblo. Cristina tiene el peso de Perón en la medida que su figura basta para definir a adherentes y opositores. La política del odio a Cristina es lo poco que se les ha ocurrido, lejos quedó el resplandor posterior a la caída del muro de Berlín cuando una promesa de felicidad llamada globalización sostenía los relatos.

Volvamos a Massita. Nos desayunamos con la noticia de que fue al programa de los hermanos Viale que como se sabe no piensan, operan. Y la operación era preguntarle por una hipotética designación del diputado como jefe de gabinete. El lo negó, qué iba a hacer. Pero quedó postulado.
El presidente es una causa perdida para ellos. Eso habla bien de Alberto, por supuesto. Ahora tejen sobre Massita. Continuará

domingo, 18 de octubre de 2020

El 17 afuera de la televisión

 Al peronismo lo hicieron ustedes dijo Mordisquito. Tal vez Discépolo provocaba, pero no dejaba de tener razón. El odio los enceguece. Apoyan la rodilla en el cuello y no dejan otra opción que rebelarse. En Estados Unidos los desesperados pierden la razón y le disparan a los inocentes en un shopping, en una iglesia o en un colegio. En la Argentina se sale a la calle con la seguridad de encontrar a otros. Eso lo leyó Perón y lo leyeron Nestor y Cristina. Son conductores de la rebeldía no benefactores. La beneficencia deja al hambriento en el mismo lugar. La corriente de enojo es anterior. El conductor mira ese flujo subterraneo, no como vanguardia que se adelanta sino como presente, como el que está y es elegido.

Hay un mundo fuera del aparato de televisión. Lo que sucedió hoy es una muestra de eso

jueves, 15 de octubre de 2020

La conquista iluminada

 No hay forma de maquillar el relato de la conquista de América. Es doloroso que en el discurso predominante de Europa aún hoy, el arrepentimiento no es visible. Ninguna conquista es blanca, pero no conozco ninguna otra tan cruel pero sobretodo destructiva como la de la España cristiana. Pienso en Roma con respecto a Grecia y me parece que es absolutamente distinto.

Cambiemos iluminó los edificios públicos con la bandera española. Tal vez algo de la brutalidad de esa conquista los inspire. Más aún: es probable que se sientan un poco conquistadores dispuestos a arrasar con el territorio

miércoles, 7 de octubre de 2020

No va a servir para nada

 No va a servir para nada. En pocos días se bajaron las retenciones y se votó en contra de Venezuela. Ninguna de las dos medidas hará más fuerte al gobierno para enfrentar a lo que Verbitsky llama campaña de acoso y derribo.

El gobierno de Alberto Fernandez es una construcción del pueblo Argentino liderado por Cristina. Ella entendió. Eso es lo que tiene que hacer una conductora analizar y comprender lo que se debe hacer en cada momento y cómo. Cristina comprendió la derrota. Y la derrota vino como consecuencia de la división. Entonces la tarea fue juntar cada pedazo y volverlo a unir. Y la consecuencia fue la victoria y la recuperación del estado.
Del estado pero no del poder. El estado es una plataforma indispensable para construir poder. Un instrumento, nada más ni nada menos.
Volvamos a las medidas. Es evidente que no estamos en la época dorada de los gobiernos populares en latinoamérica. Cómo surfear entonces en aguas turbulentas. Esa respuesta debe ser respondida por Alberto. Cristina se corre y hace bien, su tarea es conducir no gobernar.
La respuesta sea la que sea debe ser autónoma y coherente. Ni infantilismos de superizquierda ni ofrendas inútiles a un poder que quiere rendición incondicional.
Para terminar que quede claro: el gobierno es del pueblo y no es el pueblo el que se tiene que ir. Acá nadie tiene que regalarle espacios a nadie