No va a servir para nada. En pocos días se bajaron las retenciones y se votó en contra de Venezuela. Ninguna de las dos medidas hará más fuerte al gobierno para enfrentar a lo que Verbitsky llama campaña de acoso y derribo.
El gobierno de Alberto Fernandez es una construcción del pueblo Argentino liderado por Cristina. Ella entendió. Eso es lo que tiene que hacer una conductora analizar y comprender lo que se debe hacer en cada momento y cómo. Cristina comprendió la derrota. Y la derrota vino como consecuencia de la división. Entonces la tarea fue juntar cada pedazo y volverlo a unir. Y la consecuencia fue la victoria y la recuperación del estado.
Del estado pero no del poder. El estado es una plataforma indispensable para construir poder. Un instrumento, nada más ni nada menos.
Volvamos a las medidas. Es evidente que no estamos en la época dorada de los gobiernos populares en latinoamérica. Cómo surfear entonces en aguas turbulentas. Esa respuesta debe ser respondida por Alberto. Cristina se corre y hace bien, su tarea es conducir no gobernar.
La respuesta sea la que sea debe ser autónoma y coherente. Ni infantilismos de superizquierda ni ofrendas inútiles a un poder que quiere rendición incondicional.
Para terminar que quede claro: el gobierno es del pueblo y no es el pueblo el que se tiene que ir. Acá nadie tiene que regalarle espacios a nadie
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