¿Qué es lo que nos define como seres humanos? La pregunta es pertinente, si se tiene en cuenta que según el pensamiento sociológico, en la actualidad, la insatisfacción identitaria es el problema central del individuo moderno.
Será que los edificios que sostenían la modernidad, parecen debilitados o directamente muertos: la familia que nos nombraba y nos hablaba en una lengua; el colegio, algo desdibujado en una sociedad del conocimiento que necesita solo de una formación permanente para un grupo pequeño de trabajadores calificados y para la cual la educación universal es solo un gasto superfluo e inútil. Pero lo que parece más dañado es el concepto de trabajo que significó la forma en la que el hombre intencionaba sobre el mundo y lo creaba creándose al mismo tiempo en un escenario al que todavía llamábamos coherentemente fábrica.
No es que estas instituciones desdibujadas hayan deparado la felicidad para los hombres sino más bien, sobretodo en países periféricos como el nuestro, todo lo contrario. Pero notamos que esta sustitución simbólica que está ocurriendo, en el lugar vacío dejado por la modernidad, no es ya la sociedad transparente de la que hablaba Vattimo, sino más bien un mundo berreta de ganadores y perdedores. El territorio donde se juegan los conflictos de esta realidad parece ser ese campo cultural de la llamada sociedad del entrenimiento.
Esa identidad de ganador fue reclamada, en una nota en la revista Rolling Stone de la Argentina, por el ¿músico? que se hace llamar Ciro, ex líder de una grupo que se llamó Los Piojos. Aclaro que la nota no la leí en la revista misma sino en ese balde discursivo que es el sitio de internet del diario Clarín. Ya en la bajada de la nota hay un fragmento inperdible:"si vos no llevás a nadie a tu show y de repente estás cobrando un fangote, tu defensa está condicionada". Se ve que este señor cree que esta sociedad del entretenimiento de la que hablamos es una sociedad jerárquica en la que los perdedores, es decir los que no llevaron suficiente gente a sus shows, han mermado en su capacidad críticas. No habla de la calidad del espectáculo que llena esos estadios que él menciona. Violeta, por ejemplo, llevó más gente en una misma noche que lo que llevo Dino Saluzzi en toda su carrera. ¿Cuál será la calidad ciudadana de cada uno? Dino en silencio y Violeta en la tapa de todas las revistas. Es en definitiva lo que sucede, así que un punto a favor de Ciro.
Un escalón más abajo de los que no llenan los teatros lo tendrían los que cantan en los actos del gobierno. Ellos son sin duda gente carente de honestidad que suponemos recibirá su merecido castigo una vez que la dictadura se termine en casi un año. Ciro que nunca ha tocado en actos del gobierno,se declara a sí mismo como independiente. ¿Será que este señor carece de información sobre el lugar que ocupa, es decir la historia de los medios que le hacen notas y las empresas que auspician su espectáculo? ¿Será que creerá que su estética pegajosa nunca entrará en conflicto con su conciencia? Dejo en suspenso esas respuestas, solo las podría responder él y este blog tiene 9 seguidores, dato que invalida todo lo que pueda ser publicado en él
impecable! :)
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