"Herencia anterior", un concepto instalado por la máquina del mercado, con un toque diría paternalista. "Hijo, has gastado mucho, tu madre y yo hemos decidido cortarte la extensión de la tarjeta. Muy de patrón de estancia.
Pero qué es gastar mucho. Fundamentalmente los ingresos (no solo el salario sino también los subsidios a los servicios y a los trasportes y la política de control de precios) en dólares de los trabajadores. Cito a Paolo Rocca: “El costo de un obrero industrial en la Argentina es de 24 dólares por hora, contra 12 dólares en México y 9 dólares en Brasil. Eso sí, el operario argentino sigue siendo el más calificado”. La declaración es de 2012. Y un bonus: “Hace dos años no hay inversión en serio. Cuando empezaron a mirar las ganancias de las empresas, nadie puso un mango” Es decir lo que el hijo no debe hacer es gastar y mucho menos controlarle los gastos al padre. Un resumen impecable también de los dos modelos de país en pugna.
Y si me permiten les dejo una profecia de Don Paolo que a mí me da un poco de miedito: “En 2018, Argentina va a ser un país muy distinto del que es hoy. Somos optimistas ”,
martes, 24 de mayo de 2016
jueves, 19 de mayo de 2016
La lapicera presidencial
Tal vez, en su alejada infancia, cuando papá Franco todavía lo preparaba para ser el príncipe de su imperio, el pequeño Mauricio jugara a ser emperador. Ya se sabe, el pulgar para arriba salvaba vidas, el pulgar para abajo las condenaba.
El comienzo de su presidencia, sus precipitados primeros días, estuvieron marcados por esa vocación. Solo que el pulgar estuvo reemplazado por la lapicera presidencial. Yo no soy De la Rua, escribía debajo de cada firma. Los obstáculos fueron creciendo con los días, fundamentalmente porque la obediencia no es lo mismo que el consenso. Hace falta convencer y para convencer es conveniente ofrecer algún dulce aunque sea simbólico. Aunque sea un uno a uno, aunque explote. Nada, desde los medios gubernamentales solo ofrecen consejos para ser un buen pobre.
Ahora "dejaron" pasar la ley que prohíbe los despidos. Una vez más la lapicera se prepara para ser usada, los secretarios la revisan para ver su tiene tinta. Nosotros mientras tanto esperamos la rebelión del pueblo.
El comienzo de su presidencia, sus precipitados primeros días, estuvieron marcados por esa vocación. Solo que el pulgar estuvo reemplazado por la lapicera presidencial. Yo no soy De la Rua, escribía debajo de cada firma. Los obstáculos fueron creciendo con los días, fundamentalmente porque la obediencia no es lo mismo que el consenso. Hace falta convencer y para convencer es conveniente ofrecer algún dulce aunque sea simbólico. Aunque sea un uno a uno, aunque explote. Nada, desde los medios gubernamentales solo ofrecen consejos para ser un buen pobre.
Ahora "dejaron" pasar la ley que prohíbe los despidos. Una vez más la lapicera se prepara para ser usada, los secretarios la revisan para ver su tiene tinta. Nosotros mientras tanto esperamos la rebelión del pueblo.
viernes, 13 de mayo de 2016
La voz del escándalo
Por qué las cosas escandalizan. Por qué se eligen de la lista posible de los escándalos unos sobre otros. La desigualdad escandalosa se profundiza cada día sin embargo los beneficiarios de ese escándalo rara vez son conocidos y casi nunca son señalados como culpables. Salen listas de sus nombres acompañados por cifras que superan la imaginación de cualquier asalariado y sin embargo estos mismos asalariados solo hablan del cuento de hadas que leen cada día en los diarios. Ese cuento ya no habla del buen Dios, creador del cielo y de la tierra, ni del paraíso que está destinado para los mansos, habla de la riqueza y de la miseria de las estrellas fugaces del mundo que ahora es mediático.
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