Diciembre de 1983, todos éramos más jóvenes e ingenuos. Parecía haber un acuerdo unánime de rechazo a la política económica de la dictadura a la que todavía no de la denominaba como neoliberal. El liberalismo era una locura de Alsogaray. Si no me equivoco entre el radicalismo, el peronismo y el partido intransigente sumaban más del 98 % del electorado. Cómo se explica lo que vino después sino usamos la fácil teoría de la traición o la remanida tesis de la antipolítica. Diría, que era el antiperonismo enmascarado en los partidos populares. Esa máscara cayó definitivamente con el gobierno de Macri. No es posible construir ningún otro al que luego echarle las culpas.
Dicen que a pesar del desastre económico Macri llegaría a la segunda vuelta. ¿No significa eso un apoyo persistente y popular al neoliberalismo antiperonista?
Que esa corriente todavía pueda ocultarse es una señal de su naturalización.
martes, 16 de abril de 2019
lunes, 8 de abril de 2019
Leer el tiempo
La lectura, sobretodo de textos largos, niega la noción de actualidad de eterno presente que propone el sistema.
Estamos transmitiendo en vivo suele declararse en televisión. Lo que se ve es lo que está sucediendo, es realidad, es verdad. En realidad es artificio.
La literatura, la buena literatura, no solo no niega lo inactual sino que lo utiliza como elemento ficcional. El Pierre Menard de Borges postula eso, el autor escribe en un tiempo y la lectura sucede en otro. Ese pase de magia modifica el texto y le otorga plasticidad. El lector salteado de Macedonio, el tablero de Rayuela, desarman los bloques de sentido y ofrecen un flujo donde ese sentido se disputa.
La escritura también es salteada. Aún un poema o algunos cuentos cuyos autores declaran haberlos escrito de una sentada, en general hay que decir que fueron escribiéndose fuera del papel para luego plasmarse.
El libro es algo entero pero en realidad está cocido por las laboriosas manos de los artesanos.
Estamos transmitiendo en vivo suele declararse en televisión. Lo que se ve es lo que está sucediendo, es realidad, es verdad. En realidad es artificio.
La literatura, la buena literatura, no solo no niega lo inactual sino que lo utiliza como elemento ficcional. El Pierre Menard de Borges postula eso, el autor escribe en un tiempo y la lectura sucede en otro. Ese pase de magia modifica el texto y le otorga plasticidad. El lector salteado de Macedonio, el tablero de Rayuela, desarman los bloques de sentido y ofrecen un flujo donde ese sentido se disputa.
La escritura también es salteada. Aún un poema o algunos cuentos cuyos autores declaran haberlos escrito de una sentada, en general hay que decir que fueron escribiéndose fuera del papel para luego plasmarse.
El libro es algo entero pero en realidad está cocido por las laboriosas manos de los artesanos.
sábado, 6 de abril de 2019
Teoría de la fuerza
1
No voy a decir si es posible establecer la verdad, podría repetir lo que suele decir mi maestro José Pablo Feinmann, es decir que es verdad la versión que puede imponer el que detenta el poder. Verdad es entonces producto de la fuerza.
Por ejemplo la causa de los cuadernos. ¿Es verdad que hubo sobreprecios en la obra pública durante el kirchnerismo? Probablemente sí. Ahora si el campeón del mundo de los negociados con el estado es el que levanta el dedito; y si el mismo presidente confiesa que las empresas de las que fue vicepresidente coimearon a funcionarios públicos y a ningún se le ocurrió abrir una causa; entonces por más que sea verdadero todo lo que se juzga, se trata de una persecusión política y un abuso de poder.
Poder es fuerza para derrotar al oponente. Hacer política es entonces acumular fuerza. Habrá que rechazar todo lo que debilite la decisión del pueblo de volver al poder
2
Por qué leímos como protofascismo las menciones de Nietzsche a la fuerza. O cuando dice que el catolicismo y el judaísmo son religiones de esclavos. O que los aristócratas son los que crean sus propios valores.
Tenía razón
El catolicismo y las religiones en general, por lo menos las que permanecieron, crearon ejércitos de obedientes y calmaron la conciencia de los que mandan.
Es lo que Marx decía cuando las nombraba como opio del pueblo
Los aristócratas tienen que ser los trabajadores y ellos tienen que crear sus valores
Y esos valores tienen que ser de fuerza.
Fuerza para imponerlos
3
Perón y Lenin sabían que la clase media iba a votar a Macri. El partido de Vanguardia y la teoría de la conducción no son otra cosa que eso, a pesar de que historicamente se pueda decir que fueron muy distintas. Ambas parten de la convicción de que no basta solo con las condiciones materiales negativas para producir la rebeldía o las positivas para producir la adhesión. El pueblo necesita de un líder y el líder de un partido de cuadros bien preparados para la oportunidad.
4
Fuerza más que poder sería potencia, posibilidad, algo por lo que se tiene que trabajar
No voy a decir si es posible establecer la verdad, podría repetir lo que suele decir mi maestro José Pablo Feinmann, es decir que es verdad la versión que puede imponer el que detenta el poder. Verdad es entonces producto de la fuerza.
Por ejemplo la causa de los cuadernos. ¿Es verdad que hubo sobreprecios en la obra pública durante el kirchnerismo? Probablemente sí. Ahora si el campeón del mundo de los negociados con el estado es el que levanta el dedito; y si el mismo presidente confiesa que las empresas de las que fue vicepresidente coimearon a funcionarios públicos y a ningún se le ocurrió abrir una causa; entonces por más que sea verdadero todo lo que se juzga, se trata de una persecusión política y un abuso de poder.
Poder es fuerza para derrotar al oponente. Hacer política es entonces acumular fuerza. Habrá que rechazar todo lo que debilite la decisión del pueblo de volver al poder
2
Por qué leímos como protofascismo las menciones de Nietzsche a la fuerza. O cuando dice que el catolicismo y el judaísmo son religiones de esclavos. O que los aristócratas son los que crean sus propios valores.
Tenía razón
El catolicismo y las religiones en general, por lo menos las que permanecieron, crearon ejércitos de obedientes y calmaron la conciencia de los que mandan.
Es lo que Marx decía cuando las nombraba como opio del pueblo
Los aristócratas tienen que ser los trabajadores y ellos tienen que crear sus valores
Y esos valores tienen que ser de fuerza.
Fuerza para imponerlos
3
Perón y Lenin sabían que la clase media iba a votar a Macri. El partido de Vanguardia y la teoría de la conducción no son otra cosa que eso, a pesar de que historicamente se pueda decir que fueron muy distintas. Ambas parten de la convicción de que no basta solo con las condiciones materiales negativas para producir la rebeldía o las positivas para producir la adhesión. El pueblo necesita de un líder y el líder de un partido de cuadros bien preparados para la oportunidad.
4
Fuerza más que poder sería potencia, posibilidad, algo por lo que se tiene que trabajar
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