Diciembre de 1983, todos éramos más jóvenes e ingenuos. Parecía haber un acuerdo unánime de rechazo a la política económica de la dictadura a la que todavía no de la denominaba como neoliberal. El liberalismo era una locura de Alsogaray. Si no me equivoco entre el radicalismo, el peronismo y el partido intransigente sumaban más del 98 % del electorado. Cómo se explica lo que vino después sino usamos la fácil teoría de la traición o la remanida tesis de la antipolítica. Diría, que era el antiperonismo enmascarado en los partidos populares. Esa máscara cayó definitivamente con el gobierno de Macri. No es posible construir ningún otro al que luego echarle las culpas.
Dicen que a pesar del desastre económico Macri llegaría a la segunda vuelta. ¿No significa eso un apoyo persistente y popular al neoliberalismo antiperonista?
Que esa corriente todavía pueda ocultarse es una señal de su naturalización.
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