jueves, 19 de septiembre de 2019

Redención por el arte

Muchos de nosotros nos criamos bajo la idea de un juicio final, juicio que empezábamos perdiendo como seres caídos, arrojados desde las alturas de un pecado que era nuestro origen. Tremenda injusticia de un mundo injusto.
El arte es una forma de redención y de trascendencia que no busca culpar a nadie. Si nos trasciende ninguno puede entonces hacerse dueño de esas formas del mundo que llamamos novelas, canciones, o películas; cualquiera de nosotros puede cantarlas, leerlas o mirarlas pero solo serán arte si en algún momento nos hacen sentir incómodos y equivocados y nos impulsa a cambiarnos
Alguien escribió esas obras y fue trascendido por ellas. Ese es el mejor premio del trabajo creativo. Pero esos trabajadores no son necesariamente buenas personas, frecuentemente son capaces de dañar a la gente que se acerca a ellos. Lo que nunca podrán es deteriorar esas pequeñas perlas ajenas tiempo que alguna vez supieron inventar

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