sábado, 15 de enero de 2022

Espacios

 Acontece el verano. Sucede. Nos sitúa en relación con la naturaleza. Cuarenta grados sin luz en la ciudad junto al río inmóvil. Eso ya nos aleja de lo cíclico y de lo mecánico, desata energías simbólicas, transitos, argumentos, formateos antiestado, antipolítica y habilita antiguas series de quejas que ya podemos llamar argentinos.

Lo que sucede y acontece, digamos el concepto verano, lo hace en un espacio cultural. Y los espacios se ocupan. Tal ocupación, me arriezgaría a decir crea el espacio. Un espacio sin ocupar no sería espacio sería vacío, desocupación y finalmente nada.
En eso estamos, en el verano, en los espacios que la hegemonía ocupa y que el estado olvida. Se firman petitorios que firman rebeldes un poco envejecidos, desempolvados para la ocasión, bombitas humedecidas, errores no forzados

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