Alfonsín ya es historia, es decir, distancia, mausoleo, profanación, atropello.
Pero nosotros podemos contarlo desde nuestra biografía. Se sabe, la historia de los de a pie no está escrita en el bronce, ni en el mármol, ni mucho menos en los muros de alguna privilegiada iglesia, la historia de los caídos la lleva cada uno de los vivos, la lleva en los oídos y en el corazón, "llevo en mis oídos la más maravillosa música y mí música es la del primer amor. "llevo tu luz y tu olor donde quiera que vaya.
No fui al estadio de box dónde fue el primer acto, pero sí al acto del Luna Park y al de Ferro. Allí en ese acto, que un deshilachado sindicalismo justicialista, los gordos de entonces, de los que pocos recuerdan el nombre, trataron de parar con un paro de transporte, en ese lugar privilegiado conocí a la que fue mi primera novia, un Dios menor nos puso en el mismo tablón, a la misma hora y en el mismo día, a nosotros y a unos cuántos.
Los que siempre tuvieron todo, quieren también esa memoria, pero es una ropa que no les queda bien, en realidad son sus enemigos, estuvieron en las gradas de la rural el día que el gallego cabrón se calentó y les cantó unas cuantas verdades.
Nosotros llevamos la música de esas palabras, las llevaban tal vez Cristina y Néstor, cuando se plantaron y dijeron no, no cedemos. Esa firmeza no hubiera sido posible sin las palabras dichas por Alfonsín en la rural.
Hoy, los enemigos del pueblo arman su enésima operación profanando, y no es la primera vez, no solo el mausoleo del ex presidente sino esa ve corta y esa pe que también pertenecen a nuestra memoria de luchas
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