No piensan operan. Rompen la tradición argumental del logos por la ruidosa repetición publicitaria. En el medio queman bibliotecas. Se suicidan escritores en su ser escritor. Algunos son muy viejos. Dan lástima. Pero como en la tradición Kamikaze el operador ama destruir y se quema en su operación.
No hay una pizca de ironía en lo que escribo. Hay muerte en la calle. Hay enfermedad. Pero ellos no paran. Nunca
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