El mejor presidente para el menemismo era Menem. Ese Menem en esa Argentina. El Angel pudo haberlo sido cuando Duhalde se lo ofreció o Reutemann pero no se animaron o simplemente no la vieron. En ese post dos mil uno, Menem salió primero y Murphy tercero. Si el segundo hubiera sido el Angel o Reutemann el guiso se hubiera salvado.
El kirchnerismo fue una anomalía como muy bien lo denominó Forster.¿ Un error no forzado o un error forzado?
Doce años en los que éramos felices y no nos dábamos cuenta.
Ese no darse cuenta fue el 2015.
La alianza del menemismo era Macri-Massa. Primero no quiso Massita en dos mil quince y luego el Angel ocupado en exterminar no se dió cuenta que la cosa era comer para ser más fuerte.
La cosa era repetir el menemismo etapa superior del antiperonismo. Ganó en cambio un antiperonismo del 55. Destruyó, exterminó y cuando no hubo más (2018) se autodestruyó.
De repente Cristina la última conductora se vió sin marca y metió un pase filtrado en un espacio donde apenas cabía la pelota.
El Ángel no puede recuperarse. No hay menemismo en puerta. Lo podrá liderar Massita en un futuro pero por ahora obedece.
Aclaración: cuando digo menemismo me refiero a la etapa más lúcida del antiperonismo. Fue el momento donde pudieron romper a la Argentina peronista con un peronista como presidente y con el voto. Cómo era ese país que destruyeron : una persona podía trabajar en una sola empresa toda la vida. De cadete a gerente. El comercio de barrio era el comercio de familia. La librería de barrio, el almacén, la escuela, la heladera Siam.
Se acabó o casi. En los doce años el pueblo volvió a creer que podía tener el aire acondicionado, el autito y la computadora como bien dijo el pequeño Gonzalez Fraga. Hacia allí es el camino. Siempre
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