Cuál es, cuál debería ser el territorio de nuestras preocupaciones.
La informática nos da la posibilidad de acceder a todos los diarios del mundo, pero, sin embargo, esa posibilidad que sostuvo a la idea de globalización, es decir, el mito de un mundo sin fronteras ha sido sofocada por la hiperinformación.
Pareciera imposible decodificar la avalancha de información referida a lo local, menos podemos soñar en tener una interpretación del mundo. Hay un tiempo limitado, y ellos lo saben, para ponerse frente a la televisión o leer los diarios con espíritu crítico. Ni siquiera sabemos demasiado de nuestro país más cercano que es el Uruguay. Solo creemos saber. Hay estereotipos disponibles de lo que los uruguayos son, sobretodo con respecto a los argentinos. Me permito entonces desconfiar.
Podemos postular, y será una opinión no menos arbitraria que las demás, que Uruguay es un país cómodo, ya que se está usando esta palabra, para nuestra pequeña burguesía. A ese territorio llevan su capitalito para protegerlo de la carga impositiva que pretende imponer el estado; ahí van de vacaciones tal como iban sus antepasados a Mar del Plata antes que ese territorio que consideraban propio fuera invadido por el turismo de masas.
A Uruguay, y los uruguayos lo deben saber y sacan provecho de eso, lo consideran todavía suyo. Desde los afanosos opositores a Rosas hasta los aviadores que bombardearon Plaza de Mayo y encontraron refugio en Uruguay, pero sobretodo, y es la segunda aunque no la última vez que lo decimos, llevan su capitalito, el elemento que los constituye como clase.
El domingo dejó la presidencia Pepe Mujica. Un personaje, diríamos, según el cariñoso uso que hacen de ese término los porteños. Un político que se ha obstinado en cultivar y sobretodo exhibir hasta el hartazgo, un estilo austero, cercano a la pobreza. Era la contrafigura que la estrategia mediática necesitaba para contraponerla a la de Cristina Fernandez, que, hay que decirlo, tiene otro estilo. Viste bien y se nota que está cómoda con una ropa que usa. La porta con autoridad y elegancia. Ahora, ¿le corresponde a ella, hija de un colectivero y de una señora que va los domingos a la cancha, usar esa ropa? No, debería ser como Pepe Mujica, eso es lo que le corresponde.
Ahora qué podemos decir de la forma que han gobernado Mujica en Uruguay y Cristina Fernandez en Argentina. Sabemos que Cristina Fernandez se supo ganar la antipatía de esos que consideran al Uruguay como su territorio. Cobra impuestos elevados a la renta agropecuaria y sobretodo usa ese dinero para reinstalar lo que en otra época se denominaba estado de bienestar, que en criollo quiere decir, planes sociales, moratoria jubilatoria, subsidios diversos y estatizaciones. Cuál ha sido el estilo de Mujica. Qué medidas ha tomado. Sabemos que ha llevado refugiados de Guantánamo, que ha legalizado el consumo de marihuana y pocas cosas más. No tenemos noticias de que haya conmovido la estructura económica del Uruguay. Intenciones, discursos, poco más. En cuanto al capitalito de la burguesía Argenta diremos que sigue siendo sagrado. Uruguay es la Suiza de América, eso no tiene discusión
totalmente de acuerdo, muy limitado lo de Pepe, justamente por eso te venden esa imagen de nono bueno
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