Sospecho que nunca sabremos el origen del virus y en todo caso no creeremos en las explicaciones que nos darán. Es que seguimos viviendo en el mundo que vivíamos y los dispositivos son los mismos.
Se han descartado rápidamente las teorías conspirativas. Solo el estado chino acusa a una delegación militar norteamericana que estuvo en china. Pero para el caso es lo mismo, venga de donde venga la situación es funcional al realismo capitalista. Por lo pronto le saca la gente de la calle. Piñera contento, podrá ahorrar en balas y camiones hidrantes. Los antiderechos también, se terminaron por ahora las crecientes manifestaciones de mujeres de pañuelo verde. No se si se habrán dado cuenta: podrán hacer de nosotros lo que quieran y no podremos salir a protestar. Y entre las recomendaciones nos dicen que no podremos besarnos, ni abrazarnos ni darnos la mano. Habrá policías y militares patrullando las calles para vigilarnos
No hay comentarios:
Publicar un comentario