Piglia en sus clases dijo que Borges hizo su obra con las bibliotecas y las librerías que había en Buenos Aires en su tiempo y que eso debería ser una lección para todos nosotros. Diego inventó sus jugadas con el barro de Fiorito.
No fueron dioses. Pensar eso es desconocerlos. Aunque me queda claro lo que quiere decir su pueblo cuando lo llama así. Diego fue humano, demasiado humano como diría alguien que anunció la muerte de Dios. Y desde esa humanidad nos mostró que la eternidad puede estar en la plenitud de un instante que fatalmente no durará. Y que los de abajo tienen derecho a ser los mejores del mundo: él lo fue.
Gracias compañero. Nos esperará tu luz en un momento no tan lejano
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