sábado, 15 de octubre de 2016

La juventud del presidente


     Si uno supera la dicotomía mentira-verdad, hay en el presidente, aunque no se si es su intención o la del inefable Durán-Barba, una intención de mostrarse como joven.
     Borra de su biografía los anteriores matrimonios y los anteriores hijos y se muestra con una mujer joven y con una hija de cinco años. Borra también al Macri, podríamos decir de su primera juventud, cuando era "el pibe", antes de Boca, y cuando hacía los negocios más turbios sin necesidad de ocultar nada. Cualquier distraído que no me crea puede buscar la foto de Isidoro firmando el contrato de la cloacas en Morón con Roussellot.
     Su rostro, sin embargo, empieza a mostrar huellas de cierto cansancio. Una delgadez llamativa, unas ojeras respetables y la sonrisa de estudiantina de la campaña que cada vez le cuesta más poner en su cara.
    Están sus costantes períodos de descanso, pero eso presumo y vuelvo a la dicotomía, es lo único verdadero en nuestro (ay) presidente.

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