jueves, 17 de noviembre de 2016
La nada avanza
Vemos lo que quieren que veamos, nos alimentamos con los productos que nos venden, pagan el precio que quieren pagarnos por nuestro trabajo y hasta han industrializado el tiempo que solía llamarse "libre". Qué pasa entonces con los que no pueden comprar lo que se vende, no pueden trabajar ni siquiera al precio que se quiere pagar, y a cambio de esa carencia disponen de todo el tiempo pero para descubrir que la industria del tiempo libre no ha pensado en ellos. Qué papel juegan esos cuerpos abandonados en las veredas, bajo el frio y bajo el calor; ¿son una amenaza, son una advertencia o no son nada? La nada que avanza como el desierto nietzscheano, esperando nuestra respuesta, reiterando la misma pregunta
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