martes, 24 de enero de 2017

Basta de sacrificios para los sacrificados

     Pienso en la imagen de Cristo en la cruz. Pienso también en la imagen del Buda tan de moda que se lo puede comprar en los negocios de todo por dos pesos. Claro que no por dos pesos, en la ciudad de Buenos Aires volverse espiritual es un poco caro.
     Hay en esas imágenes una representación del cuerpo sin dudas distinta. En casi todas la representaciones del Cristo se lo ve más o menos morocho pero en todas está flaco. Al buda se lo ve con una bonachona panza que no se molesta en ocultar. Pero lo más importante en la imágen del Cristo es el sufrimiento, así está representado y esas son las imágenes que primero se ven en una iglesia y para que esté siempre presente muchos de nosotros la tuvimos colgada al cuello.
     Qué significa ese sufrimiento. Nos enseñaron que ese sufrimiento es por nosotros, que ese sufrimiento va a salvarnos. Pero en este punto hay algo que no cierra, Dios es trino, recordemos padre, hijo y espíritu santo (las mujeres quedaron afuera, no hay madre ni hay hija, todavía no sabemos el género del espíritu santo pero sospecho que era varón) por lo tanto Jesus es Dios. Cómo un Dios todopoderoso puede sufrir, cómo un Dios puede ser alcanzado por el poder contingente de un tirano. Suponemos que ese sufrimiento es solo una representación, suponemos que nos quiere decir algo con ese sufrimiento. Por lo pronto debemos sentir culpa, ya que se sacrificó por nosotros y también debemos disponernos a sacrificar nuestro cuerpo si es que el hijo de Dios lo hizo.
     Sigo mirando la estatuilla de Buda que venden en el todo por dos pesos. Está sentado, se le ve la pancita, hasta cae un chorrito de agua que debe salir por esa gruta en la que el gordito esta descansando.
     No conozco demasiado (conozco poco) de la religión budista, tampoco estoy demasiado interesado en conocer, hay muchas cosas que vivir en el barro del mundo para que me preocupe en otros mundos, aunque sean espirituales, lo que sí quiero decir es que no le pidan más sacrificios a aquel cuya vida es sacrificada y menos aún no los engañen con promesas que saben no van a cumplir

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