jueves, 26 de enero de 2017

Los fascistas amenazan

     Los neoliberales plantean la política del sacrificio y de la postergación de los deseos en función de una poco probable recompensa. 
     Sacrificar derechos laborales para que haya más trabajo. Transferencia violenta de los trabajadores a los sectores exportadores y además hiperinflación sobretodo en alimentos (limón 100 pesos Uva 70 pesos, etc). Pago inmediato a los fondos buitres y endeudamiento record de 50 mil millones de dólares en un año (recuérdese que la dictadura militar se endeudó cerca de cuarenta mil millones de dólares pero en siete años) Resultado hasta el momento: destrucción de 120 mil puestos de trabajo según cifras oficiales.
     Cómo respuesta a todo esto se insulta a latinoamérica con un tono que no tiene que envidiarle nada a los nazis y se pretende instalar (una vez más) con ayuda de los medios gobernantes a la inseguridad como tema fundamental a resolver. Esa última y triste recompensa que consistiría en salir a la calle sin ser asaltado tampoco es verdadera, uno; porque no se establecen los verdaderos motivos del problema que son en gran medida las políticas neoliberales y segundo porque ese discurso solo servirá para traficar una policía golpeadora y represiva.
     Lamentablemente tampoco podemos decir que esta triste y peligrosa situación sea solo Argentina. El jefe del imperio dijo que la tortura era una de las herramientas que iba a usar. No somos ingenuos y sabemos que nunca la dejaron de utilizarla , pero esa impudicia del lenguaje, esa ostentación de fascismo de baja estofa, tanto en una mínima ministra de seguridad de un país periférico como en un presidente norteamericano puede ser señal de muchas cosas; entre muchas por ejemplo, el fín de la globalización, ese sistema posterior a la guerra fría que consistía en una falsa democracia de partido único (en nuestro país el bipartidismo) y de economía concentrada en 8 personas y como consecuencia de ese agotamiento una nueva política de sinceridad brutal que debería preocuparnos porque somos las víctimas principales

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