martes, 25 de julio de 2017

La Nación nos amenaza

   No sé cuántos leen las editoriales del diario La Nación, diario fundado por Mitre y denominado "tribuna de doctrina" por quienes lo leen, me refiero la oligarquía gobernante y a sus simpatizantes. Yo no las leo. Cada tanto me entero por el comentario de otros compañeros periodistas o escritores que ubican en esas páginas la clave de lo que se trata de ocultar en otros sectores del mismo diario, es decir las secciones donde reinan las infinitas banalidades del mundo de la publicidad y el consumo o la abrumadora estridencia del mundo mediático. Tal vez, me corrijo, no se trate de una ocultación sino de distintas maneras de nombrar lo mismo. Así como con el término "fetichismo de la mercancía" Marx nos dice que las mercaderías ocultan las relaciones de producción necesarias para fabricarla, por ejemplo, las prendas que compramos en la avenida Avellaneda y en otras calles más prestigiosas de la ciudad ocultan los talleres clandestinos donde son esclavizados compañeros y sus familias. Podríamos decir entonces que las páginas donde se informa sobre la performance de la última estrella que bailó en el programa de Tinelli trae como texto oculto las editoriales donde la Nación defiende a los asesinos de lesa humanidad.
  No leo esas columas pero esta vez mi vista se cruzó con un nombre que recordaba: Jaime Smart según la nación (pongo a propósito el nombre sin mayúsculas) víctima de la justicia militante y si uno lee la columna se encontrará que también creen que los juicios y en particular la decisión de no concederle arresto dominciliario es producto de " los extremos de la venganza y rencor alimentados por extremismos ideológicos, odios y resentimientos que perduran".
   Recordaba ese nombre por una brillante contratapa escrita por José Pablo Feinmann en 2009. Por favor léanla es esclarecedora si se quiere conocer a este personaje. La nación dice que "quienes conocen a Smart saben de sus elevadas cualidades morales y de su dignidad y entereza para enfrentar una tan prolongada como injusta prisión política. En su Columna Feinmann cita una terrible declaración de este asesino de elevadas cualidades morales que era Sain Jean gobernador de la provincia de Buenos Aire y jefe del bueno de Smart que según la nación "no sabía": ": “Primero mataremos a los subversivos, después a sus cómplices, después a sus amigos, después a sus familiares, después a los indiferentes y por último a los tímidos”. Saint Jean era el gobernador de la provincia de Buenos Aires. Jaime Smart, el ministro de Justicia y, Ramón Camps estaba al frente de la policía. Era un terceto temible.
   Considero esta columna de la nación como una clara amenaza. Cuando se nombra a Smart, cuando se lo defiende se está diciendo lo que lo que Saint Jean dijo y lo que se puede decir fue la doctrina del genocidio : "primero mataremos a los subversivos, después a sus cómplices, después a sus amigos, después a sus familiares, después a los indiferentes y por último a los tímidos, claro que ahora van agregando nuevas categorías como militantes K, cámporistas y extremistas ideológicos.

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