Algunos sesudos la piden al Frente para la Victoria una autocrítica. No lo dicen todavía pero la destinataria real de esos pedidos es Cristina. Le agregan que hay una falta de liderazgo para enfrentar a Macri. Más claro echale agua.
En qué consistiría esa autocrítica. Nadie lo dice. En realidad esos sesudos jamás ganaron ni perdieron una elección, su conquista mayor sería se llamados como la izquierda en alguna mesa de TN o más fino aún convertirse en columnistas de la Nación. Y una cátedra, no nos olvidemos de las cátedras.
Los ejemplos de los procesos de autocrítica de opositores en la Rusia Stalinista y más cerca nuestro en Cuba supongo quedan descartados. También el de Alfonsín, con ojeras y lamentándose de lo que no pudo, de lo que no quiso o de lo que no le dejaron. Tampoco parece apropiado una procesión al Vaticano porque supongo que el Papa estará en la lista de los que deberían hacer una autocrítica.
Si me lo preguntaran a mí pediría que se repitiera en el Frente la autocrítica que hizo el Kirchnerismo luego de la derrota del 2009, es decir, ir por todo una vez más, tomar de la sociedad los proyectos más avanzados y hacerlos propios.
Todo lo demás me parece derrotismo o pérdida de tiempo
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