No sé si el viaje del presidente a España estaba programado con anticipación, supongo que sí, me imagino que había que organizar el catering; armar esa feria donde el improbable Avelluto hizo su inversión en cultura, más de un millón de euros nada menos, ningún gasto es grande cuando se trata de sacarlo a Mauricio de donde está recibiendo castigo.
Ahí fue Mauricio, a la madre patria, donde fue recibido sin angustia por el rey, donde fue condecorado o por lo menos le regalaron un collar que parece de noble y tuvo la oportunidad de hablar, de aprender diría, con Mario Vargas LLosa. Se los veía cordiales pero también viejos, ¿cansados?, no sabemos, luchando por la causa siempre.
¿Le sirvió el viaje, qué inversiones puede hacer España, tal vez piensan volver a comprar Aerolineas o incluso YPF, Vaca Muerta incluida?
España está en Europa pero lejos del primer mundo. No importa, le hicieron sacar a Mauricio las fotos que el necesitaba para publicar en la tapa de los diarios gobernantes
viernes, 24 de febrero de 2017
martes, 21 de febrero de 2017
Salario ideológico
¿Ya entendiste que el boleto, que pagabas 3 pesos en vez de diez, formaba parte de tu salario? Porque lo del impuesto a las ganancias que pagabas y que seguís pagando lo entendiste fácil. ¿Entendiste que las retenciones estaban relacionadas al precio de los alimentos y que eso también era tu salario? ¿Entendiste que el derecho al trabajo no era algo ya ganado? ¿Entendiste que lo de los teatros municipales, el futbol gratis y el ahora 12, los precios cuidados, también eran parte de tu salario? Podemos decir salario social o salario cultural, pero parece demasiado abstracto demasiado lejano
La plusvalía inmigrante
No creo que esta obsesión no tan nueva de la clase dominante mundial por impedir que se vulneren las fronteras nacionales dure demasiado. Qué pasará cuando se den cuenta de que la mano de obra se encarece y que como consecuencia de los salarios más altos, los trabajadores, sin tanto miedo a la miseria, se les ocurra liberarse. Y qué pasaría con los países más pobres. Ahí está el ejemplo antiguo de la revolución cubana y el más reciente de Bolivia y Evo. Qué pasaría con los países como Venezuela que tiene petroleo y lo tuvo a Chavez. Qué pasaría con los países árabes. Qué pasaría si un Chavez apareciera allí en lugar de los jeques, meros derrochadores de las moneditas que le tiran los países occidentales para tener petroleo barato.
No señores, no les conviene, dejen que los pobres inmigrantes sigan limpiando sus baños, que los esforzados profesionales y científicos que tanto le costó educar a sus sociedades de origen sigan trabajando para ustedes por moneditas. Sigan, hasta que puedan
viernes, 17 de febrero de 2017
Elisa Carrió, actriz nacional
Elisa que es cada vez menos Lilita y cada vez más Carrió es una gran actriz del grotesco nacional. Esa representación que excede fácilmente el espacio de los escenarios teatrales y se convierte sin más en toda la realidad.
Es ella y no otra, basta verla competir a la tímida Stolbizer para darse cuenta de que solo ella puede ocupar el lugar que ocupa es decir del exceso y el desborde.
Incontenible aún para su demiurgo Magnetto, visitó el congreso, (es diputada nacional, deberían recordarlo sus votantes), y si aparecía ahí, en un lugar que no suele aparecer, era para algo, en este caso representar un nuevo papel: Lilita defensora de los jubilados; Lilita desafiando al presidente.
Debemos decir que no fue su mejor momento. Si observamos el video que circuló ayer por la red, hoy el tema es la detención de Milani, nuevo capítulo de otra obra representada en salas judiciales, había dos diputadas que apenas contenían su risa.
Habrá que decir que su actuación por más esforzada que haya sido no alcanzó para producir ningún grado de verosimilitud.
¿Quién podrá haber creído alguna vez que el presidente ama a los improductivos abuelos, incapaces de producir la mínima plusvalía, solo tal vez algunos votos, si son capaces de llegar al colegio más cercano para votar? De dónde sale entoces esa indignación trucha sino de las usinas más hipócritas del poder dominante nacional
Basta muchachas y muchachos del cambio feliz, se les nota demasiado
Es ella y no otra, basta verla competir a la tímida Stolbizer para darse cuenta de que solo ella puede ocupar el lugar que ocupa es decir del exceso y el desborde.
Incontenible aún para su demiurgo Magnetto, visitó el congreso, (es diputada nacional, deberían recordarlo sus votantes), y si aparecía ahí, en un lugar que no suele aparecer, era para algo, en este caso representar un nuevo papel: Lilita defensora de los jubilados; Lilita desafiando al presidente.
Debemos decir que no fue su mejor momento. Si observamos el video que circuló ayer por la red, hoy el tema es la detención de Milani, nuevo capítulo de otra obra representada en salas judiciales, había dos diputadas que apenas contenían su risa.
Habrá que decir que su actuación por más esforzada que haya sido no alcanzó para producir ningún grado de verosimilitud.
¿Quién podrá haber creído alguna vez que el presidente ama a los improductivos abuelos, incapaces de producir la mínima plusvalía, solo tal vez algunos votos, si son capaces de llegar al colegio más cercano para votar? De dónde sale entoces esa indignación trucha sino de las usinas más hipócritas del poder dominante nacional
Basta muchachas y muchachos del cambio feliz, se les nota demasiado
jueves, 16 de febrero de 2017
Toda la vida tiene música hoy
Cuántos discos he posteado en estos años. ¿Cientos, miles? Y hay muchos más, el vértigo de Youtube es infinito. En cada uno de ellos hay por lo menos un momento de belleza. Cada uno tendrá su opinión, pero hasta en el músico más opaco hay una intención liberadora o por lo menos la ilusión, la espera de ser protagonista alguna vez de una melodía luminosa.
Dirán que hay música envasada, convertida en mercancía, música en la que se degrada a la mujer y también al hombre que termina escuchando ese espectáculo montado por el mercado, pero se trata en todo caso de una falsificación, de una mala fe, de una estafa, de una venta de una cosa por otra.
Esos simulacros desaparecen como una pompa de jabón.
Hemos nacido y hemos crecido fortalecidos por esos héroes de la cultura, y estamos perdiendo (no sabemos hasta cuando, ellos tampoco por eso se apuran) con ellos contra los que se han preparado para otra cosa, para ofender la memoria de nuestros caídos, para meternos la mano en el bolsillo. para reprimir a los pibes y para negarles a los viejos el descanso que se merecen.
Sí, hay facultades que forman a esos monstruos y los disfrazan de seres humanos
La teoría del error
La teoría del error no me cierra. Por supuesto que todo acto humano está expuesto a fallar en su ejecución. Todos conocemos nuestra propia historia de cansancio, nervios, falta de preparación o simplemente incapacidad que nos lleva a equivocarnos hasta en los momentos más inoportunos. Pero no creo que una intención pueda ser equivocada, la intención requiere de un yo reflexivo y todos tenemos una coherencia y una dirección en las cosas que hemos intentado.
Nadie le puede negar al gobierno coherencia en sus equivocaciones. Las más recientes son las del 24 de marzo y ahora la rebaja a las jubilaciones. Siempre se equivocan en la misma dirección. ¿Prueba y error o me tiro un lance a ver que pasa? O será simplemente que las equivocaciones tienen un propósito disciplinatorio. El resumen sería, portate bien o sino me equivoco
miércoles, 15 de febrero de 2017
El teatro San Martín continúa cerrado
En este país pasan muchas cosas y ultimamente cosas que a muchos de nosotros no nos gustan, ejemplo: que el teatro San Martín esté cerrado. Muchos de nosotros nos educamos viendo obras allí. Alfredo Alcón brilló muchas veces en ese espacio. Alfredo que no es recordado como un artista militante, sin embargo trabajaba en ese teatro con un entrada que incluso durante la dictadura tenía un precio popular.
Ni siquiera los milicos lo cerraron. Lo extraño es que esto pasa y a la vez pareciera que no hubiera pasado. ¿Dónde están por ejemplo los cientos de actores que tuvieron el privilegio de pisar esos escenarios, no les importa, están demasiado cansados?
Cerca de allí está el Alvear. También está cerrado. Allí la vi brillar a Marilú Marini hace no tanto tiempo.
No voy a minimizar las luchas que sí suceden, siempre es bueno que alguien se rebele. ¿No le importa a nadie un teatro cerrado?
No me canso de repetir que la clase dominante que gobierna por primera vez este país nunca será clase dirigente, ni siquiera se merecen la herencia de Mitre y de Roca.
La corrupción moviliza. Eso está bien. Alguien al que ya no quiero denominó con ironía a esa idea política como honestismo.
El honestismo es un espectáculo mediático que oculta el sistema que busca la miseria planificada. De la Rua fue presidente con el voto honestismo y así terminamos.
Hay un teatro cerrado y miles de voces en silencio. Pronto tendremos que decir todos los basta juntos
viernes, 10 de febrero de 2017
El fútbol como metáfora de un país
Está claro que tenemos una clase dominante y no una clase dirigente. Su fuerza está sostenida solo en un apetito sin límites y a la vez sin un objeto claro al cual apuntar.
En el fútbol se ve claro lo que quiero decir. Muere Grondona, dirigente típico de una época, con una cintura que había sabído adaptarse a las curvas y rectas que le ofrecía el camino. Durante su mandato había podido mostrar una solidez, basada en éxitos deportivos que guardaban como una alfombra mágica, toda clase de males reales e imaginarios.
Un tipo para no subestimar Grondona. Macri llegó a Boca cuando su su mejor época, la de Don Julio, ya comenzaba a ser pasado, sin embargo Mauricio tuvo que guardarse un tiempo y soportar sus palmadas paternales. A Clarín le pasó algo parecido. Imaginó que podía hacer lo que sin ir más lejos está haciendo Macri hoy, es decir romper caprichosamente contratos, destratar dirigentes (la votación 38 a 38 para que no ganara Tinelli fue patética). en resumen, esconder la billetera. Don Julio supo ver como buen admirador de Bochini, que había un espacio nuevo y se pasó a la vereda de enfrente propinándole una derrota que pudo ser definitiva y de la que todavía no se han recuperado.
Suceden luego dos hechos que no estaban en los planes de nadie, muere el general Grondona y triunfa Macri en el país, Mauricio entonces se frota las manos, durante una de sus vacaciones, planea (es una forma de decir) apoderarse de un espacio simbólico que para la política argentina (y él es un ejemplo de eso) es fundamental, para ello instruye (lo digo sin ironía) a su amiguito Angelici. Entran finalmente en la confitería que había observado con la ñata contra el vidrio y hacen único que saben hacer: se comen todas las tortas o casi todas y cuando terminan (aunque en verdad no terminaron) dejan todo desordenado, sucio y roto.
Mauricio, que es un niño consentido piensa que va a venir alguien, tal vez algún empleado de su padre para arreglar el asunto, alguien que ponga orden y coloque nuevamente las tortas en la confitería. ¿Sucederá eso, será ilimitada la capacidad del fútbol, en realidad la capacidad del país y sus habitantes, que de eso estamos hablando, para caer y volver a levantarse, para ser destruida y reconstruirse?
No creo que haya nadie que pueda contestar todavía esa pregunta.
En el fútbol se ve claro lo que quiero decir. Muere Grondona, dirigente típico de una época, con una cintura que había sabído adaptarse a las curvas y rectas que le ofrecía el camino. Durante su mandato había podido mostrar una solidez, basada en éxitos deportivos que guardaban como una alfombra mágica, toda clase de males reales e imaginarios.
Un tipo para no subestimar Grondona. Macri llegó a Boca cuando su su mejor época, la de Don Julio, ya comenzaba a ser pasado, sin embargo Mauricio tuvo que guardarse un tiempo y soportar sus palmadas paternales. A Clarín le pasó algo parecido. Imaginó que podía hacer lo que sin ir más lejos está haciendo Macri hoy, es decir romper caprichosamente contratos, destratar dirigentes (la votación 38 a 38 para que no ganara Tinelli fue patética). en resumen, esconder la billetera. Don Julio supo ver como buen admirador de Bochini, que había un espacio nuevo y se pasó a la vereda de enfrente propinándole una derrota que pudo ser definitiva y de la que todavía no se han recuperado.
Suceden luego dos hechos que no estaban en los planes de nadie, muere el general Grondona y triunfa Macri en el país, Mauricio entonces se frota las manos, durante una de sus vacaciones, planea (es una forma de decir) apoderarse de un espacio simbólico que para la política argentina (y él es un ejemplo de eso) es fundamental, para ello instruye (lo digo sin ironía) a su amiguito Angelici. Entran finalmente en la confitería que había observado con la ñata contra el vidrio y hacen único que saben hacer: se comen todas las tortas o casi todas y cuando terminan (aunque en verdad no terminaron) dejan todo desordenado, sucio y roto.
Mauricio, que es un niño consentido piensa que va a venir alguien, tal vez algún empleado de su padre para arreglar el asunto, alguien que ponga orden y coloque nuevamente las tortas en la confitería. ¿Sucederá eso, será ilimitada la capacidad del fútbol, en realidad la capacidad del país y sus habitantes, que de eso estamos hablando, para caer y volver a levantarse, para ser destruida y reconstruirse?
No creo que haya nadie que pueda contestar todavía esa pregunta.
martes, 7 de febrero de 2017
La persecución salvaje a Cristina y las víctimas del sistema
¿Sería mejor un mundo sin secretos, una ciencia ficción donde fuera posible leer hasta el más contingente de los pensamientos de cada uno de nosotros? ¿Sería esa sociedad más trasparente, sería liberadora la información que nos llegaría? ¿Será lo pensado por nosotros en cada momento lo que nos define o lo que decimos o finalmente lo que hacemos? ¿Nos será permitido, la privacidad de nuestras casa, la de nuestra correspondencia, ahora digital, viejo tabú del derecho liberal?.
La personas públicas, aunque no todas, solo las que arbitrariamente ha elegido, según lo que dicte en cada momento el capricho del poder dominante, el flujo torrencial de sus intereses cada vez más concentrados, parecen haber perdido ese derecho.
En ese mismo sentido, con las mismas herramientas, o alguna de ella, esta dirigida e instrumentada la persecución a Cristina Fernandez.
Solo a quienes han perdido una guerra les está reservado tamaño hostigamiento.
Cada día vemos en los medios dominantes el relato de citaciones judiciales no solo a la ex presidenta y su familia sino a cualquier colaborador que justamente no se haya prestado a contribuir a la degradación de lo que todavía llamamos democracia.
Sería útil identificar todo el elenco de estas operaciones sucias, nos encontraríamos con una articulación a la que podríamos llamar poder dominante en la Argentina: medios, poder judicial, poder financiero internacional (buitres), servicios de inteligencia, intelectuales.
Probablemente alguno de ellos se negaría a identificarse con ese equipo que de facto actúa como tal. No importa demasiado el nombre de cada uno de ellos o la intención verdadera o falsa de sus actos, todo eso quedará fuera de la historia.
Me gustaría sin embargo articular ahora la persecución de Cristina con la transferencia brutal de recursos desde la clase trabajadora hacia los que antes denominé como clase dominante. No es secreto, sale publicado en los diarios gobernantes, la economía está concentrada como nunca antes lo estuvo, las cifras parecen producto de la exageración de algún apasionado opositor al sistema, pero no, ellos mismos la publican sin ruborizarse, tal vez porque están seguros de su impunidad.
Falta todavía que esa gran mayoría que es víctima de esa concentración, de ese robo de guantes ya no tan blancos, se den cuenta de esa relación cada vez más evidente entre la persecución a dirigentes populares, aún de los que les resultan antipáticos, y la plata que les falta en el bolsillo.
La personas públicas, aunque no todas, solo las que arbitrariamente ha elegido, según lo que dicte en cada momento el capricho del poder dominante, el flujo torrencial de sus intereses cada vez más concentrados, parecen haber perdido ese derecho.
En ese mismo sentido, con las mismas herramientas, o alguna de ella, esta dirigida e instrumentada la persecución a Cristina Fernandez.
Solo a quienes han perdido una guerra les está reservado tamaño hostigamiento.
Cada día vemos en los medios dominantes el relato de citaciones judiciales no solo a la ex presidenta y su familia sino a cualquier colaborador que justamente no se haya prestado a contribuir a la degradación de lo que todavía llamamos democracia.
Sería útil identificar todo el elenco de estas operaciones sucias, nos encontraríamos con una articulación a la que podríamos llamar poder dominante en la Argentina: medios, poder judicial, poder financiero internacional (buitres), servicios de inteligencia, intelectuales.
Probablemente alguno de ellos se negaría a identificarse con ese equipo que de facto actúa como tal. No importa demasiado el nombre de cada uno de ellos o la intención verdadera o falsa de sus actos, todo eso quedará fuera de la historia.
Me gustaría sin embargo articular ahora la persecución de Cristina con la transferencia brutal de recursos desde la clase trabajadora hacia los que antes denominé como clase dominante. No es secreto, sale publicado en los diarios gobernantes, la economía está concentrada como nunca antes lo estuvo, las cifras parecen producto de la exageración de algún apasionado opositor al sistema, pero no, ellos mismos la publican sin ruborizarse, tal vez porque están seguros de su impunidad.
Falta todavía que esa gran mayoría que es víctima de esa concentración, de ese robo de guantes ya no tan blancos, se den cuenta de esa relación cada vez más evidente entre la persecución a dirigentes populares, aún de los que les resultan antipáticos, y la plata que les falta en el bolsillo.
miércoles, 1 de febrero de 2017
Los soldados voluntarios del sistema
Nunca vi al sistema caminando por la calle, tampoco nadie me mostró su foto carnet. No hace falta, hay un ejército de soldados voluntarios dispuestos a prestar cuerpo y alma a esos que algunos llaman sistema mundo y que el viejo Sartre denominaba dictadura de la burguesía.
Cómo consigue el sistema sus soldados. Ojo, no hablamos de la oficialidad que también consigue la mayor parte del tiempo ser invisible, recordemos que Cabezas pagó con su vida una foto a uno de ellos. Tampoco hablo de los excluidos, de los pobres de toda pobreza que también son invisibles pero en este caso sin quererlo. Gritan, saltan, queman gomas, cortan calles inutilmente, ya no son considerados. Me refiero, por ejemplo, a los pequeños periodista, esos que cada tanto vemos junto a su pequeña columna (una columna no se le niega a nadie) y luego desaparecen, pero que en sus quince segundos de gloria demostraron que aprendieron el oficio con dedicación. Nadie los ha homenajeado hasta ahora, nadie tiene en cuenta que sus familias pagaron sus facultades privadas y sus costosos masters.
Se han vestido para las fiestas, han sabido a quién hablarle y a quién no, cuando ser de izquierda y cuando virar hacia una lucidez más indefinida, mas silenciosa, dicen entonces que el peronismo no corre más y que la izquierda fracasó. Liberales con empleo público, docentes horizontales que bien pueden trabajar si se da en esa facultades que no cualquier cabeza puede pagar ¿se entiende?.
El muro vuelve y ellos están del lado que hay que estar, aunque no se privan de horrorizarse con Trump porque está lejos, si hasta La nación se horroriza por qué no ellos.
Ellos tienen razón, aunque es necesario decir que no es la razón de ellos, sino la que han aprendido, la que repiten porque los han contratado para decirla o porque aspirar al lugar que todavía no tienen, las charreteras del ejército del sistema
Cómo consigue el sistema sus soldados. Ojo, no hablamos de la oficialidad que también consigue la mayor parte del tiempo ser invisible, recordemos que Cabezas pagó con su vida una foto a uno de ellos. Tampoco hablo de los excluidos, de los pobres de toda pobreza que también son invisibles pero en este caso sin quererlo. Gritan, saltan, queman gomas, cortan calles inutilmente, ya no son considerados. Me refiero, por ejemplo, a los pequeños periodista, esos que cada tanto vemos junto a su pequeña columna (una columna no se le niega a nadie) y luego desaparecen, pero que en sus quince segundos de gloria demostraron que aprendieron el oficio con dedicación. Nadie los ha homenajeado hasta ahora, nadie tiene en cuenta que sus familias pagaron sus facultades privadas y sus costosos masters.
Se han vestido para las fiestas, han sabido a quién hablarle y a quién no, cuando ser de izquierda y cuando virar hacia una lucidez más indefinida, mas silenciosa, dicen entonces que el peronismo no corre más y que la izquierda fracasó. Liberales con empleo público, docentes horizontales que bien pueden trabajar si se da en esa facultades que no cualquier cabeza puede pagar ¿se entiende?.
El muro vuelve y ellos están del lado que hay que estar, aunque no se privan de horrorizarse con Trump porque está lejos, si hasta La nación se horroriza por qué no ellos.
Ellos tienen razón, aunque es necesario decir que no es la razón de ellos, sino la que han aprendido, la que repiten porque los han contratado para decirla o porque aspirar al lugar que todavía no tienen, las charreteras del ejército del sistema
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