Todos unidos triunfaremos parece un mandato: para unirse y para triunfar. Pero unirse con quién, y bajo qué consigna. Parece que los mejor predispuestos ( Felipe Sola, Moyano y el Kirchnerismo) son los que en momentos decisivos estuvieron juntos y se separaron solo por errores tácticos. Con los demás hay demasiadas cosas que nos separan, sobretodo la historia de cada uno, las intenciones y finalmente las decisiones.
Los recontraacahuetes de Menem y luego de Macri, los que apoyaron al campo, expertos en bajarse luego de los barcos en plena tormenta; los quebrados, los visitantes a la embajada americana y a las reuniones de los más ricos en Davos.
¿Puede un peronista estar con los más ricos? Si, puede. Si tiene a los medios hegemónicos detrás nominándolos como peronistas. Piumato y Julio Bárbaro sacaron el 0,05 % de los votos pero se suben al podio mediático a decir quién es peronista e incluso quién es revolucionario.
Con un lenguaje saqueado no vale la pena discutir los nombres.
La lucha será lo que nos una
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